viernes, 4 de junio de 2010

Free behind bars

La traducción al inglés de Libre entre rejas, el libro que publiqué con mi testimonio, está pronto a salir. Quizá este mismo año ya pueda ofrecerlo a aquellos que hablan ese idioma, y al igual que los hispanos pueden ser impactados por la manera en que el Señor me usó para que Su bendita Palabra llegara a las almas que compartieron prisión junto conmigo en Cuba.
Son múltiples las emociones que me proporciona el libro, pues aunque no ha alcanzado la difusión a la que aspira cualquier autor, con frecuencia me llegan cartas y mensajes de personas que lo han leído y han sentido que Dios les ha hablado a través de él.
Podría citar a algunas, pero como no tengo su autorización expresa prefiero hablar de forma general. Sin embargo, soy muy bendecido cuando recibo comunicación, por ejemplo, de presos a quienes ha llegado el volumen por vías que ni yo mismo conozco, y me cuentan la forma en que se sienten identificados con lo que viví y como son ministrados de esa forma.
Hoy tuve una experiencia especial en este sentido. Fui al Central Bank of Kansas City, y la joven que me atendió tenía en su oficina el libro. Cuando le recomendé que lo leyera, me dijo que varias personas que han pasado por allí le han hecho la misma sugerencia. Y me contó, además, que en una iglesia católica de Overland Park, lo han propuesto a la feligresía. ¡Alabado sea Dios!
A todos los que lo han leído y a los que han de leer algún día Libre entre rejas/Free behind bard, los bendigo en el nombre de Jesucristo.

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